Caúsar (Parte del inicio en mi línea de tiempo)

 (Nacimiento de Nomun)

El humano ya camina por la tierra y el proceso lento de la vida había dado paso a especies hermosas que surcaban los mares, los aires y caminaban tanto por los lugares cálidos como los fríos. Era una noche como cualquiera de las otras en las que los hermanos se habían encontrado después de billones de amaneceres. La diferencia era que allí donde se encontraban estaba iniciando la creación de uno de los guardianes. Los hermanos necesitaban ayuda protegiendo lo que estaba evolucionando. Para ellos el tiempo era relativo y estaba atado a sus estados de vela. Sin embargo, la verdad era que para el humano eran milenios las que pasaban sin que ellos pudieran caminar a su lado.  Lo habían descubierto en uno de los continentes más grandes… allí su hijo mayor Odín había estado cuidando de los seres que habitaban esas templadas aguas. En el calor donde Erias disfrutaba más allí se había iniciado el humano, la ciencia y la lógica. Muchos pensaban que era Asía el inicio o más aún algunos contaban con lo que hoy llamaban Europa y Grecia, cada uno de aquellos que aseguraban tener un inicio se sorprenderían de la mente traviesa de ese ser que era padre de esa creación.

Lo que los hermanos nunca esperaron fuera que el humano se pareciera tanto a ellos, o mejor dicho a su raza. Eran inventivos… eran luchadores y combatientes. Siempre querían ser los que tuviesen la razón. Es por ello que habían nacido religiones, es por eso que los grandes guardianes habían sido convertidos en elementos de adoración. Todo en un intento por dar sentido a su existencia.

–¿En qué piensas Said?– Garlían vestía con una pantalón color café… su pecho al descubierto brillaba bajo la luna y su sonrisa traviesa no podía esconder al buscador de aventuras que se escondía en su mirada seria.

–En los inicios… en lo que han de estar buscando nuestros hijos dentro de ese mundo lleno de dioses. Sé que algunos se han creído las historias que cuentan los humanos, pero aun así contamos con algunos que intentan mantener el balance. Odín después de tantas guerras y locuras ha aprendido que la batalla final siempre es consigo mismo, en mantener el control del ser interior para dar paso a un balance puro. Cronos… nada que ver… No sé si en algún momento podrá ser liberado sin que desee eliminar a sus hijos. 

–Lo sé… ese chico está bien loco. Mira que comer a sus hijos para que estos no tomaran el poder. Es que nunca aprendió que el padre siempre debe dar un paso a atrás por aquello de permitir la evolución. Por otra parte Luperca, al verse un poco pérdida paso cientos de años como loba evitando a los humanos y cuidando de la naturaleza. Quién lo diría que dos inocentes la sacarían de ese estado de arrepentimiento. Ursa es otra que ha dado al norte una gran oportunidad, incluso los hijos de las tribus están escuchando su voz, las enseñanzas de balance, moderación y cuidado están llegando a cada uno de una generación a otra. Realmente prometen mucho, tal vez ambas han estado observando a sus hermanos mayores. ¿Qué has sabido de Shiva y de Jade?

–Ni los menciones hermanito… esos sí que están como para tenderlos. Puedes creer que Shiva se dio a la destrucción de todos los que le rodeaban. Sé que la gran batalla la dejo herida, pero su esposo asiéndose pasar por un niño es la única forma de detenerla. Es extraño, pero que se le va a hacer. De Jade… no sé mucho. Su silencio me preocupa mucho más. Deberemos ir a ver que está sucediendo. Ahora cuéntame que estamos haciendo en este gran lugar, su hermosura es única y son pocos los humanos que se encuentran en estos lugares. –Aleir miró a su alrededor no por primera vez asombrado ante la belleza, el río acaudalado el hogar favorito de Said, el bosque lleno de vida parte de los sueños del joven dragón. Quién lo diría que este fuese tan propenso a dar vida aquello que amaba y temía con la misma fuerza.

–Si soy sincero hermano… no lo sé, llevó sintiendo el llamado durante varias lunas y hoy esperaba encontrar el origen de dicho llamado. – Said sonrío a sus hermanos que lo miraban con duda. Cada uno de ellos había estado de visita por esos lugares en un tiempo u otro, pero no los cuatro a la vez desde hacía milenios. Si no se equivocaba Erias, la última visita había estado dentro de las grandes heladas, donde los predecesores a los humanos que caminaban ahora esas tierras habían llegado desde el otro lado del mundo. Esos grandes aventureros habían necesitado mucha ayuda, pero su valentía lo valía.  

–Caminemos… tal vez de esa manera el llamado será más claro para ti o para alguno de nosotros.

Todos asintieron y comenzaron a caminar señalando los grandes animales y pequeños que podían observar en esa gran cantidad de bosque, estos asentían con la cabeza reconociendo a los padres, pero ninguno se acercaba. Al llegar a la gran cascada el ruido ensordecedor los meció junto a una brisa suave. Fue allí donde por primera vez la luz de la luna brillo sobre los cuatro hermanos a la vez.

–¡Padre… al fin…! – la voz femenina los había dejado congelados en el lugar, mientras sus ojos se movían buscando de donde provenía. –Aquí padre Said, aquí estoy…

–No reconozco la voz, no se parece a la voz de ninguna de nuestras hijas. Said que has estado haciendo.

–Juro que nada hermanos… dormir, amar y dejarme mecer por las aguas del Amazonas.

–Aquí padre… por favor mírame… he hecho lo que me has pedido. He estado con ustedes desde el inicio. He guardado los recuerdos allá en el frío espacio. Pero… estoy sola padre… por favor no me dejes sola…–Said recordó el gran momento donde había creado a Nomun… miró al cielo y la luna brillo con más fuerza y en ese instante comprendió.

–Hija no fue mi intención dejarte en soledad. Ven donde mi…

–No tengo cuerpo en este mundo padre.. ¿qué hago?– Said asintió – hijos que pasean por este su hogar mi hija necesita de su ayuda alguien que pueda compartir con ella su esencia.

Ante el amor en la voz del padre la naturaleza se estremeció, Erias sonrió recibiendo una semilla que coloco en la tierra mientras murmuraba palabras tiernas… Said coloco agua sobre ella. Aleir negó con la cabeza mientras acaricio la cabeza de una gran pantera, la más grande del lugar, esta asintió y dejo que colocaran en su vientre la vida que daría fuerza, movimiento ágil a ese ser. Garlían no se quedó atrás… con una caricia suave al viento llamó a todos los hijos de esos cuatro dragones y estos proyectaron su ser dejando llevar la energía hasta el lugar donde la semilla y la pantera aguardaban ser tocados por esa nueva vida.  

–Bienvenida Nomun, perdona la soledad a la que te he condenado por tantos milenios. –La figura de una niña se lanzó a los brazos de Said. Éste beso su mejilla y la mostró a sus hermanos. – Nomun tiene la esencia de todos nosotros guardada en el espacio. Cuando le di la encomienda de que nos cuidara y nos permitiera hablar, no sabía que podíamos crear a nuestros hijos. Pero debí haber sospechado que esa primera vez había dado un resultado diferente al que yo esperaba. Lo siento mis hermanos, Nomun fue creada en mi… se puede decir ignorancia.

–El cómo veo a la niña abrazada a ti, no veo problema alguno. Lo diferente es que todos nuestros hijos han nacido siendo adultos. Nomun parece ser toda tuya, aun cuando guarda nuestro pasado en ella. Tal vez por ello ha tardado tanto en conectar con nosotros. –La niña en brazos de Said asintió sonriendo y mirando a Garlían que la miraba con curiosidad mientras hablaba. 

–Bueno esto será una nueva experiencia, en este caso seremos tíos por primera vez. Lo que no me queda claro aún con la imagen joven, Nomun es la mayor de nuestros descendientes. ¿No?

–Así lo creo hermano… ella nació del momento en que nosotros decidimos entrar a este planeta. Creo que su imagen infantil ha sido por que no ha podido exponerse a las diferentes experiencias que permiten el crecimiento y evolución de las ideas en este mundo. –Erias estiro los brazos a la niña pero ésta lo que hizo fue esconderse más en el cuello de Said que sonreía con ternura. Era la primera vez que los hermanos lo veían en plan de padre. En más de una ocasión los otros tres hermanos habían cuidado de niños humanos, ya fuese porque enfermedades eliminaban a los adultos o las malditas guerras que habían nacido en ese lugar con la herencia que ellos habían traído del pasado, acababan con pueblos enteros. Pero Said siempre se había mantenido con los animales y las plantas, muy pocas veces con los humanos, tal vez el hecho de nunca vivir en su mundo dejo algunas marcas más profundas que las obvias.

–Por lo que veo es tan arisca como un gato montañés o un… leopardo. –Aleir intento acercarse a la gata salvaje que se restregaba entre las piernas de Said sin vergüenza, pero lo único que recibió fue un aviso entre gruñidos y dientes. Todos los hermanos rieron ante el suceso, no era la primera vez que algún felino sacaba las uñas al hermano mayor. Aun no tenían claro la razón pero lo de él eran los canes.

–Por lo menos no estás como Erias, atado a los reptiles. Te lo puedes imaginar…

–Jey que no es culpa mía, solo buscan calor… se ven adorables mientras están asoleándose en alguna roca o en alguna arena calidad.

–Yo no llamaría adorable a la última escena a la que me invitaste. La verdad tu “adorable” se puede quedar solo en tu cabeza.

– ¿Qué sucedió?

–Nuestro hermano tuvo la brillante idea de pasearse por las cuevas del gran cañón… te podrás imaginar mi sorpresa cuando me invito a ver el apareamiento de serpientes. Si pudiera morir… hoy estaríamos con un hermano menos. Aun no puedo sacarme la imagen, de tantas serpientes enredadas unas con otras, de la cabeza. –Garlían se estremeció y miró a su hermano con deseos de desquite.  

–Como han estado las cosas en el norte Garlían. – Said preguntó con prisa, viendo que posiblemente podría haber una pelea entre hermanos.

–Bien Said, no te imaginas la gran diversidad de osos que se han desarrollado según el clima. Los que más llaman mi atención son los osos polares, Ursa ha hecho un gran trabajo, estos pueden nadar sin problemas en aguas heladas y caminan millas. Sus grupos familiares no son muy grandes, pero los cambios en estos para sobrevivir en esos pedazos de hielo los hacen dignos reyes del frío del norte. De igual forma las hermosas aves que se han desarrollado en el ecuador tropical, compiten con las bellezas del sur del planeta. Deberías salir un poco más de esta selva y ver todo lo que este mundo ha desarrollado gracias a tus ideas iniciales. – Los hermanos guardaron silencio. Todos sabían que había sido un golpe muy duro para Said el perder a gran parte de los seres vivos durante las heladas. Pero al ellos no estar en el espacio no podían detener lo que si podían observar. El meteorito no los había tomado por sorpresa y fueron muchos los humanos que lograron sobrevivir, por otra parte las grandes bestias que habían recorrido la tierra se habían perdido dentro de ese caos total. Solo algunos pocos seguían luchando por sobrevivir, Garlían dudaba pue dieran sobrevivir mucho más, sino podían aparearse.

–Tal vez en otro momento hermano, ahora creo que me han de necesitar en estos rincones.– Tanto la niña como la leopardo hicieron énfasis en estas palabras restregando sus rostros en el cuello y piernas respectivamente. No había duda Said estaría con las manos atadas por muchos años.