Sol Saliente

 


Ha llegado el último día de clases y con golpe bajo a la cintura diría yo, que me doblego ante los cambios que no controlo, pero que a mí alrededor ocurren sin aviso de que ha llegado el dolor. Me había negado a escribir mi desilusión por dos semanas, por aquello del proceso que ha cambiado pasando desapercibido a los que vivimos fuera de este mundo de ensueño, de libros y de retos.

¡Aquí voy de nuevo! En búsqueda de un mayor reto y me he quedado aprendiendo al nivel descansado que exigen los que caminan a mi lado, que no bostezan, se sorprenden con poco, más de mucho se quejan . ¿Qué voy a hacer al respecto? Fácil pondré en mi lomo mayor carga y después veremos a donde lleva la magia del aprendizaje a mis musas, a mis ganas y a mí, que espero que el semestre que viene sea de esos que provocan lágrimas, autocriticas y juramentos vacios de no volveré a hacerlo.
Hoy con una sonrisa en los labios, una cita con el futuro para el viernes próximo y con deseos de añadir dolores de cabezas unidos a mis sueños, le digo a quien lea estas palabras; les reto el semestre que viene con deseos de aprender, con ganas de romper reglas y con ganas de ser diferentes a lo que llega a la calle, a lo que llena los salones de clase, diferentes siendo genuinos siendo tu mismo. Yo ya que encontré mi puerta al sol saliente, me encamino con rostro sonriente.
Vuelvo de nuevo con mi diatriba de esperanzas y sueños, pero esta vez en tres direcciones que me enamoran y llenan mi cama, de ansias y ganas. ¿Quien me detiene? NADIE… ¿Quién me escucha? NADIE… más que el viento y unas locas de amigas. ¿Quién me acompaña? MIS SUEÑOS… Quién me comprende ya que intercalo mis carreras por lo que no apuesto… 
Publicado 6/6/11
Blog: Educación continua y a la vanguardia 

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