Una dama se hace, no nace

NOTA Autora: Esta historia la escribí en el 2011, estaba en un lugar muy oscuro intentando entender lo que me había sucedido en la infancia, pero más aun el cómo me afectaba en el presente, en mis relaciones con aquellos que amo. No es exactamente loque me sucedió, pero tiene parte de esa pesadilla entre las letras. Así que, al ser de alma delicada, te recomiendo no seguir leyendo. Pero si como yo reconoces la oscuridad en el mundo por lo que es, una enfermedad colectiva, adelante. Me puedes maldecir al final, pero no olvides que te he advertido.                                                                           

    


        El mundo es gigantesco, lleno de colores y olores. Mami siempre está  envuelta en un brillo especial, sus zapatos de tacón alto y afilados brillan contra la luz, su rostro bien pintado hace llegar la idea de una princesa. Siempre que se arregla para salir por las noches yo me quedo a su lado. Su vestido corto y brillante, las medias de redes y los labios rojos son lo más hermoso que uno podría ver.

            -Flor, siempre debes recordar que una dama se hace con cuidado. Nunca debe hablar muy duro, reírse a carcajadas o aún más nunca debe vérsele en compañía de malas juntillas.- Mami siempre me habla de ser una buena dama, mientras se arregla para salir. Yo con siete años aun no entiendo que quiere decir muchas veces, pero me parece la dama más linda del mundo.- Recuerda que nunca debes estar en la calle a altas horas de la noche, debes cuidar tu reputación con esmero, debes cuidar de la forma en que te sientas y lo que comes.

            -Mami por que debo ser una dama.- La mirada de mi madre en el espejo se apaga y su sonrisa no esta presente.

            -Para que puedas salir de este roto mi niña. Para que vivas una vida mejor que la mía. Una vida de princesa como la de los cuentos de hadas. Recuerda que las princesas siempre son medidas con lo que toman o usan para que nadie pueda hablar mal de ellas. Una dama es así, no lo olvides. Ahora mami tiene que ir a trabajar. No esperes despierta sabes que hoy es viernes y el bar cierra a eso de las cuatro.- Yo asintió como niña buena y comienzo a preparar lo que puedo antes de ir a dormir con el beso de mami marcando mi cachete.

            Quiero ser como ella cuando sea grande, quiero usar zapatos altos y brillantes y quiero poder se dueña de mi vida. Voy a la cocina y trato de lavar algunos de los vasos que están en el fregadero, buscó algo de cereal en la nevera y noto que no hay leche. -Mañana tendré que ir al colmado antes que mami se levante para el almuerzo. ¿Cuándo fue el día de la basura? Las bolsas están llenando el pasillo y huelen muy mal. Pero son muy pesadas para mí. Diablos... Auch, mami dijo que no debía repetir las cosas feas que ella decía.

            Me metí en el baño y el agua casi helada me desperté por completo. Pero debía ir a dormir temprano mañana debía hacer la colada y un buen almuerzo para mami. De esa forma se sentiría mejor de estar enferma. No entendía muy bien por que siempre terminaba vomitando y hablando feo, pero lo importante es que debía ayudarla a recuperarse. La cama estaba fría, pero con la compañía de su perrito pepe, un peluche que estaba con ella desde que era un bebe y que había sido un regalo de su papa, nunca estaba sola. El cuarto con sus paredes pintadas de un rosa Peptobismol, que fueron el regalo de cumpleaños de parte de mami, diciéndole que ahora era una niña grande y que debía empezar a estar rodeada de cosas hermosas como la dama que un día sería. En el piso había unas pantuflas que ya le quedaban pequeñas pero no quería que desaparecieran. Miró con deseo, la caja de sus tesoros, en ella no tenía más espacio y debía esperar a que mami recibiera uno de esos paquetes de Colombia a ver si la caja era bastante grande para cambiarlas.

            Pensé de nuevo en lo que mami dijo, de poder salir de este lugar. No importaba lo que pudiera entender o no, pero su cuarto era bonito y la ropa que mami conseguía para ella eran cosas hermosas. Aunque mami siempre se quejaba de que fueran de segunda mano. Como una niña le podía explicar a un adulto que el mundo que le rodeaba no era un lugar feo o malo. Que era feliz mientras estaban juntas y solas. Al pensar en eso tuvo que recordar su pesadilla, las manos y los secretos que no le podía contar a su mama. No iba a pensar en eso... no podía pensar en eso.

*          *          *          *

            -¡FLOR... MAMI ESTA EN CASITA...!- La voz de mami atraería a los policías de nuevo si no lograba acostarse a dormir antes que los vecinos los llamarán.

            -Calla mujer... no vez que estas despertando al vecindario completo.- Esa voz áspera y masculina produjo un escalofrío en todo su cuerpo.

            -AL DIABLO CON LOS VECINOS... LO UNICO QUE SABEN ES CUICHICHEAR A MIS ESPALDAS... MIRA LO QUE HAN HECHO POR MI... VEZ ALGO... VERDAD QUE NO... ENTONCES QUE NO JODAN LOS DESGRACIADOS INUTILES.- Tenía que hacer algo por ayudar a que se mama se calmará, pero qué.

            -¿Mami...? ¿Estás bien?

            -FLORRRR, MI NIÑA... TODO BIEN CON EL UNIVERSO AHORA QUE ESTÁS A MI LADO. VAMOS A SEGUIR LA FIESTA. TRAE LA BOTELLA QUE MAMA DEJO BAJO LA LACENA, LA DE COLOR TRASPARENTE.

            -Pero mami... esa botella se acabó hace unos días atrás.-

            -Mujer no vas a seguir bebiendo. Con todas las porquerías que le has metido al cuerpo no sé como sigues viva. Te dije que no mezclaras la droga con el alcohol de esa forma. Cualquiera diría que te quieres morir.- El hombre sonrío de forma rara y miró en mi dirección, lo que me gusto menos. Pero necesitaba su ayuda, así que me quede callada y no dije más.

            -JODER, HASTA EN MI PROPIA CASA ME DICEN QUE TENGO QUE HACER. POR QUE NO SE VAN A CHINGAR....- el resto de las palabras quedaron ahogadas en el vomito que le salió a mami por boca y nariz. El hombre maldijo en voz baja y sacudió a mami. No sé si por el coraje o para que no se ahogara. Yo fui y busque unas toallas limpias, de las pocas que quedaban. Le di una a mami que se cubrió la cara con ella, regando por su rostro el vomito, las lagrimas, los mocos y el maquillaje que ya tenía todo regado.

            -Maldita sea, mujer... no podías esperar. Te llevo a la cama y te las arreglas como puedas. Flor limpia esto, luego voy a acostarte. No tardo mucho muñeca.- Se que mis ojos se abrieron enormes y que el corazón comenzó a correr dentro de mi como si se fuera a escapar. Limpie con rapidez lo que me había pedido, para luego correr a mi habitación. Esperando que él se olvidara de mí. Ya las lágrimas comenzaban a correr por mis mejillas, no quería que volviera a suceder.

            -¿Mami, que hace una dama cuando se convierte en una muñeca? Nunca me lo has dicho y ahora no sé que hacer...- Con esas palabras dichas a la soledad de la habitación comenzó a sollozar con más fuerza. Escuchando asustada como la puerta de su cuarto se abría y la pesadilla volvía  comenzar.  


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